Vale la pena un Tropezón. El placer de los niscalos.

Llamar níscalos a los "rovellons" me suena extraño la verdad, pero es que el mundo ya es um pañuelo.Pero el nombre no importa demasiado si se preparan a la plancha con un poco de ajo y perejil, entonces basta con llamarlos una gozada.

Como lo es ir a la tasca El tropezón. Auténtica, no más de 6 mesas, con bancos de madera limpios pero gastados, pegados a la barra,  un personal experto - camareros, pero de los de verdad, de los que contestan lo que conviene comer - .

Si a este entorno, le añades una patatas bravas, muy correctas en la cocción, no bañadas en aceite, y con las dos salsas que componen el bravio (revueltas, pero no mezcladas), y los níscalos, tienes una experiencia casi-mística que Xavier y yo sazonamos con recuerdos nostálgicos...

La otra imagen es la barra, corta, pero increiblemente llena de oferta pecaminosas para picar.

Puntuación : Notable alto en bravas, sobresaliente en níscalos.

Recomendación : Ir con el colesterol bajo.

Anotación adicional : Hacerse una foto en la entrada, Tascas quedan pocas. 
Anotación adicional 2 : No os creáis todo lo que dice Trip Advisor ......

Dirección 

 Tasca el Tropezón. : Regomir 26, 08002 Barcelona