Una primera impresión es que está más bien muy lleno de turistas, turistas, lo cual indica son cosas:
- Que alguien en el pasado lo visitó e hizo una crítica magnífica, y está en las guías
- Y que, eso no garantiza que siga pasando en el futuro
Me inclino por la segunda, más que nada por los pequeños detalles, cito algunos:
- Estuvimos pacientemente esperando 5 minutos en la barra, esperando que alguien viniera a decirnos algo, mientras, a menos de 1 metro (al otro lado de la barra) dos personas cocinaban - no diré que debas ser un crack de la comunicación pero un "hola", o "ahora vienen" o "pideselo al camarero que está allí"... hubiera ayudado)
- Luego, el descontrol con las dos si dos.. - tapas que pedimos fue desconcertante, las Bombas frías y tortilla de patatas jugosa pero sospechosamente dificíl de calentar - la tortilla estaba delante nuestro - .. más cuando escuchamos "... ¿qué pasa con la tortilla???"
En definitiva, carta inexistente, servicio justito, a cambio buena materia prima, tortilla excelente, barra llena de pescados varios - poca tapa guisada - y bombas (de la Barceloneta) tan buenas como frías
Puntuación : Aprobado alto
Recomendación : Puramente de relleno
Anotación adicional : Tuvo tiempos mejores
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